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La trampa de Volkswagen en la EPA podría dañar la imagen del diésel en los Estados Unidos



Volkswagen

Actualmente hay más de 480.000 autos fabricados por el grupo Vosklwagen con motor TDI que circulan por EE.UU. y que no cumplen con las normas de emisiones de la EPA (Environmental Protection Agency).

La primera consecuencia directa es una multa multimillonaria para Volkswagen (podría ascender a los 18.000 millones de dólares).

El escándalo es enorme y ha lleva a Martin Winterkorn, CEO de Volkswagen, ha emitir un comunicado oficial pidiendo, personalmente, disculpas por haber roto la confianza que los clientes habían depositado en la marca. Además, ha ordenado una investigación externa para esclarecer los hechos, sin que sepamos todavía quién llevará a cabo esa investigación.

Multa aparte, la trampa le puede salir muy cara a Volkswagen y en menor medida a Audi, porque los A3 2.0 TDi también están en el punto de mira.

A corto plazo, sus ventas van a sufrir. Y ya no era muy boyantes que digamos. Recordemos que en EE.UU. los concesionarios han de tener los coches en stock, porque el cliente se lo quiere llevar puesto o como máximo en un par de días. Y si no tiene el coche, se va a ver a otro que lo tenga. Y actualmente, los concesionarios Volkswagen todavía tiene en stock coches TDI de 2015 que no cumplen con las emisiones (aunque según las fuentes, la cantidad del stock varía de “poco” a “importante”). De todos modos, Volskwagen ha decidido retirar de la venta todos los coches con motor 2.0 TDi, según explican en The Detroit News.


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A medio plazo, Volkswagen acaba de dispararse en el pie. En 2014, el 22 % de las ventas de Volkswagen en EE.UU. fueron coches diésel. Y con unas ventas a la baja en los 6 primeros meses del año (-8,9 % con respecto a 2014, en total vendió ya 238.000 unidades), dejar de vender los Diesel es algo que no se puede permitir. Esto significa que mientras BMW, Mazda o Mercedes superarán el medio millón de coches vendidos al año, Volkswagen podría volver a los niveles de 2011 (unas 330.000 unidades). Y la cosa se pone aún más fea de cara a 2016, pues el gobierno estadounidense, ha retirado los certificados de conformidad para 2016 de los 2.0 TDI. Es decir, en 2016 serán coches ilegales.

Hasta no hace mucho, el diésel era en EE.UU. un carburante para camiones, autobuses y maquinaria pesada. Fueron las marcas alemanes, especialmente Mercedes y el grupo VAG (Volkswagen y Audi) las que lucharon para que el diésel tuviese cierto reconocimiento. Ahora, que la EPA ha advertido que se pondrá a investigar coches de otras marcas y grupos, desde Mercedes a Chevrolet pasando por BMW o Jeep, la imagen del diésel podría de nuevo estar por los suelos, devolviéndolo a su estatus de carburante profesional.

Volkswagen y Audi tienen el 65 % de las ventas de diésel en EE.UU. efectuadas entre 2010 y 2015. Y Volkswagen es en gran medida la responsable que de muchos estadounidenses hayan “comparado” la idea de que el diésel era una alternativa ecológica sin perder prestaciones o autonomía frente a otro tipo de vehículos. Ahora, el público se acabará preguntando si finalmente no le han timado y no es una tecnología tan idílica como le vendieron.


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Algunos analistas estadounidenses empiezan incluso a pensar que lo de Volkswagen y los motores diésel podría ser el equivalente automóvil a los Milli Vanilli; un desastre en comunicación casi imposible de remontar.

Fuente: pistonudos.

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